Día internacional del libro

Día internacional del libro: la palabra

23 de abril, día internacional del libro.

Actualmente en España el ritmo de publicaciones de libros es tan frenético que rondamos los 220 diarios.

Termina la jornada donde el libro, como objeto, ha sido el protagonista. Es posible que, aún así, muchas manos hayan conseguido sobrevivir a la (sobre)exposición de los libros de un día como hoy y hayan pasado sin apenas sostener uno. Posiblemente. Podría ser. Pero nadie, absolutamente nadie, habrá sido capaz de escapar de la palabra.

Lejos de elaborar un listado de libros ideales para comprar o regalar en un día como hoy, el valor de la palabra (escrita o no) me lleva -y me trae- a reflexionar.

El libro y la literatura en la actualidad

Actualmente en España el ritmo de publicaciones de libros es tan frenético que rondamos los 220 diarios. Las facilidades que presentan la multitud de plataformas y soportes llevan a una gran diversidad en la oferta. Como también supone un mayor acceso a la lectura. A priori, y siguiendo datos de encuestas y estadísticas, cada vez leemos más.

Sin embargo, datos tan alentadores no lo son todo. A pesar de tan buenas cifras, recientemente nos hemos enterado de que se elimina la asignatura de Literatura Universal de segundo de bachillerato. A una edad en que los jóvenes están más preparados para comprender y profundizar en obras más complejas, se les retira del plan de estudios. Paralela y paradójicamente, personas tan significativas en el sector como es el Director de la Feria del Libro de Madrid, Manuel Gil, plantean que es necesario considerar un plan de calidad en lo que a las obras literarias se refiere.

Leer y escribir, da igual el orden, ambos son nuestras armas para pensar.

Tenemos más medios, más herramientas, todos tenemos algo que decir y la manera de hacerlo. Pero quizá estamos llegando a un punto en el que no todo vale.

Por qué es importante la palabra…

La palabra viaja. Nace en la mente, es el germen del pensamiento, formula preguntas, resuelve inquietudes y expresa sentimientos. La palabra comunica, no sólo dice. La palabra tiene el poder de unir si los interlocutores hablan el mismo idioma. Literal y metafóricamente hablando. La palabra enseña y nos acompaña incluso aunque no la pronunciemos. La palabra es poderosa: comprenderla y saber utilizarla nos hace personas íntegras. Formadas. Menos vulnerables. Nos fortalece.

De ahí la importancia de leer.  Pero más aún, de ahí la importancia de escribir bien. No consiste únicamente en manejar bien el lenguaje, siguiendo las reglas que permitan que nos entendamos -que también-, sino en ser rigurosos con los contenidos.

Los escritores, sea cual sea su obra, tienen -tenemos- una responsabilidad indiscutible. Nuestras palabras, las que escribimos, las que previamente hemos pensado, van a acabar en los pensamientos de otras personas. Coetáneas a nosotros, o no. Paisanos, o no. Nuestras obras, ya sean artículos, libros, obras de teatro o reseñas, tienen un impacto cultural y social antes o después. Y, como tales, son reflejo de la época en la que vivimos y el contexto en que lo hacemos. Nuestras circunstancias nos acompañan y nos condicionan. Y quedan reflejadas en lo que contamos. Deliberadamente o no. Y al final formará parte de la memoria colectiva. Por lo que tenemos la obligación de cuidarlo. Protegerlo. Cuidarlo.

Leer y escribir, da igual el orden, ambos son nuestras armas para pensar. Se trata de comprender. Se trata de conocernos a nosotros mismos. Como decía la tan homenajeada este año Gloria Fuertes en el prólogo de su poemario «Isla Ignorada»:

Mi poesia está aquí, como nació -sin ropaje de retórica-,
descalza, desnuda, rebelde, sin disfraz.
Mi poesía recuerda y se parece a mí.

Lo que escribimos habla de quiénes somos en el más amplio sentido de la palabra.

… Y necesaria

El autor Fernando Aramburu está en boga tras recibir el premio de la Crítica por su novela «Patria». Más allá de la oportunidad de la obra, nos sirve para ejemplificar la responsabilidad que tienen, tenemos, para con la sociedad y con la historia. Todos coinciden en que Patria es una obra necesaria.

Lo que pasó, pasó. Y lo que pasa, pasa, por mucho que unos y otro se esfuercen con tesón en limitar a la gente el acceso a la información y a la cultura. Sea de la forma que sea y en la sociedad que sea. Porque antes o después, todos acabamos necesitando saber. El ser humano necesita saber. Conocer. Crecer. De poco o nada sirve censurar, como le ocurrió en su momento a Stefan Zweig también ahora en boca de todos por la película recién estrenada. Ni tampoco sirve alejar deliberadamente a los jóvenes de la Literatura Universal como ocurre en nuestros institutos. Son medidas malas e inútiles a largo plazo.

Porque la palabra, escrita o no, perdura.
En el tiempo.
En el pensamiento.
En la memoria.
Y por eso hay que cuidarla.

Feliz día internacional del libro.

A propósito, a pesar de venir a reflexionar, recomendaciones para hoy las hay siempre. Por ejemplo, aquí.

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Año nuevo…

Primeros días del nuevo año y llevamos ya varios -días e incluso semanas- saturándonos de a poquito con las cosas que el 2016 nos ha hecho dejar atrás. O quizá, mejor dicho, las personas que nos han ido diciendo adiós sin pretenderlo. A estas alturas de la película dejan de ser noticia las pérdidas, aunque vamos a tardar en olvidarlas.

David Bowie, Prince, Carrie Fisher, Debbie Reynolds, George Michael, Leonard Cohen, Zsa Zsa Gabor, George Martin, Harper Lee, Alan Rickman… Y podría seguir.

Precisamente porque los años nuevos dicen que traen cosas nuevas y porque el 2016 quedó atrás -para bien o para mal-, cuando todo el mundo habla de lo que quedó, a mi me gustaría hablar de lo que está por venir. Porque, aunque lo parezca, no es demasiado pronto para aventurarnos. Aunque sólo sea a base de pildoritas…

… Cine nuevo

«Toni Erdmann» (Maren Ade). Nominada en multitud de Festivales y Premios, la ganadora del FIPRESCI en Cannes promete ser todo un descubrimiento en este comienzo del 2017. La historia gira en torno a un padre que trata de conectar con su hija recurriendo a métodos fuera de lo común. Ella, una reputada ejecutiva, acostumbrada a una vida recta y seria, se ve por momentos acorralada por su padre. La acidez a la hora de tocar temas tan cotidianos aligera el largometraje de casi 3 horas de duración. Según palabras de la propia directoria, el ritmo es fundamental en la película y eliminar cualquier otro elemento para acortarla habría supuesto la ruptura de ese ritmo, con el consiguiente riesgo de hacer tedioso el film. El resultado final: todo lo contrario. «Toni Erdmann» se estrena en España el 20 de enero.

«La luz entre los océanos» (Derek Cianfrance). También el 20 de enero se estrena la última película del director de «Blue Valentine». ¿Cómo queda una vida cuando se pierde a un hijo? ¿Y cuando te ves obligado a renunciar a él? ¿Cómo se vive una vida medio inventada, en la ausencia y con el corazón mal remendado? Sobre esas premisas Cianfrance teje la relación de una pareja -protagonizada por Alicia Vikander y Michael Fassbender-, quienes tras perder a su hijo rescatan a un bebé a la deriva y lo crían como suyo. Hasta que conocen a la madre de la criatura, quien la dio por muerta tras hundirse el barco en que viajaban.

«Marrowbone» (Sergio G. Sánchez). Al coguionista de «El Orfanato» y «Lo imposible» el escritorio se le queda corto y debuta en la dirección con «Marrowbone». Cuenta la historia de cuatro hermanos que acaban de perder a su madre y, movidos por el miedo a ser separados, se esconden en una granja abandonada. Lo que a priori parece una historia cotidiana con aires de melodrama, en realidad es un thriller con tintes de horror, pues la granja donde esperan encontrar cobijo oculta cosas que no querrían conocer. La película se rodó principalmente en Asturias durante el verano de 2016 y se espera su estreno para el mes de octubre.

Otros que vuelven y a quienes esperamos con las mismas ganas (o más) son Christopher Nolan con «Dunkerque» (Tom Hardy a la cabeza); Danny Boyle con «T2 Trainspotting», (no podía faltar Ewan McGregor 21 años después); M. Night Shyamalan con «Múltiple», (esperamos el papelón de James McAvoy encarnando a un tipo con 23 personalidades); Michael Haneke con «Happy End», (y su Isabelle Huppert), o Todd Haynes con «Wonderstruck» (Michelle Williams y Julianne Moore a sus órdenes).

Y esto es solo un aperitivo.

… Teatro nuevo

Porque el comienzo de año también nos va a llevar al teatro.

El Centro Dramático Nacional comienza el año con fuerza programando un clásico que, de tan clásico, se ha convertido sin querer en (triste) actualidad. «Las brujas de Salem», de Arthur Miller, se estrena el 20 de enero y estará en cartel hasta el 5 de Marzo. Esta adaptación teatral de Eduardo Mendoza está dirigida por Andrés Lima, quién con sus propias palabras cuenta en la página oficial de CDN la vigencia de la obra.

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Palabras de Andrés Lima sobre Las brujas de Salem. Fuente: CDN 

De la mano de Pablo Messiez, director de «La piedra oscura», llega a España «He nacido para verte sonreír», un texto escrito por el cineasta y dramaturgo argentino Santiago Loza. La historia nos acerca al universo de las relaciones familiares. Porque no es lo mismo ser hijo que padre ni ser madre que esposa. Porque a veces somos algo que no sabemos que somos simplemente porque no reparamos en cómo nos comportamos, más allá del rol que nos toca desempeñar en la vida. La nuestra y la de los demás. La obra se representará en el Teatro Abadía del 1 al 19 de marzo.

También en el Teatro Abadía, aunque un poco más tarde, vuelve uno de los éxitos de 2016: «Incendios». Después de agotar localidades para todas sus funciones con varias semanas de antelación, la obra del Wajdi Mouawad dirigida por Mario Gas vuelve a Madrid. Al igual que en la obra de Messiez, las relaciones familiares están en el punto de mira de este montaje, aunque la óptica, en este caso, está marcada con las huellas indelebles de la guerra y el desamparo. Aquí, dos hermanos buscan la piedra angular de sus propias vidas. Abanderado por Nuria Espert, un reparto de lujo se sube de nuevo a las tablas del Abadía entre el 21 de junio y el 16 de julio.

Y en el mundo de los musicales, el Teatro Nuevo Alcalá acogerá uno de los montajes más esperados: «Billy Elliot El Musical». David Serrano, el que se lanzara a las tablas con «Hoy no me puedo levantar» revolucionando la Gran Vía madrileña, se atreve ahora con el conocido musical cuyo elenco está formado mayoritariamente por niños. Siempre un reto. Estará en cartel del 5 de octubre al 3 de diciembre.

… Libros nuevos

¡Y que no falten!

En 2017 se celebra el centenario del nacimiento de Gloria Fuertes. Es por ello que encontraremos distintas publicaciones al respecto, incluida una de la propia Fundación Gloria Fuertes. Por su parte, Blackie Books edita para este año de aniversario «El libro de Gloria Fuertes (Antología de poemas y vida)».

Otra editorial que nos trae un recopilatorio es Tusquets, aunque en este caso no es con motivo de ningún aniversario. El prolífico autor japonés Haruki Murakami, que tan bien ha sabido hacerse hueco en occidente con títulos como «Tokio Blues» o el recién publicado «El elefante desaparece», vuelve a salir a la palestra con un recopilatorio de artículos en relación al oficio del escritor. El libro, que ya fue publicado en Japón pero llega ahora a las librerías españolas, lleva por nombre «Novelista por vocación».

Después de «Sunset Park», Paul Auster parecía haber abandonado el mundo de las novelas. Sin embargo, siete años después, regresa con «4 3 2 1», publicada por Seix Barral y Ediciones 62. La novela narra la historia de cuatro personajes que nacen con el mismo ADN y  el mismo día, pero que viven vidas completamente diferentes a lo largo del siglo XX y siendo testigos de los principales acontecimientos históricos. La novela sale a la venta en Estados Unidos a finales de enero. En España tendremos que esperar hasta finales de septiembre para hacernos con un ejemplar traducido.

«Babilonia» es la nueva novela de Yasmina Reza y que publicará Anagrama en otoño de este año. Poco se sabe de la obra de la escritora y dramaturga francesa, salvo que, como en casos anteriores, su mirada se posa en otras artes como punto de partida para su historia. En este caso, la fotografía.

… Música nueva

Cierto es que muchos discos -algunos muy esperados- van a salir en 2017. Y también es muy cierto que el año va a estar plagado de conciertos y festivales que pueden -y darán- mucho de qué hablar. Pero llegados a este punto, lo realmente interesante está en los descubrimientos.

Mi descubrimiento de este recién comenzado 2017 pasa por una jovencísima Andrea Motis. Trompetista, saxofonista, vocalista y otras cuantas cosas terminadas en -ista, esta promesa del jazz se está consolidando a pasos de gigante. En 2017, quizá, ojalá, se deje de hablar de ella como promesa.

Con ella os dejo para deleite de vuestros sentidos.

Para no perderse: La Noche de los Libros

Un libro es una puerta a un universo diferente. Es la invitación a conocer otras vidas, otras formas de relacionarse, otras formas de pensar y entender lo que nos rodea.
Un libro, para muchos, es un objeto de culto; un síntoma del fetichista más cultivado o de aquél que, no por más inculto que el anterior, los conserva por placer. El placer de tenerlo entre las manos, el placer de oler sus páginas, el placer de saber que ahí hay otras oportunidades. Oportunidades…

Para otros, un libro es un concepto un tanto abstracto que, como mucho -y junto a muchos otros-, se puede acumular en un dispositivo digital enfundado en una carcasa de diseño casual o bohemio. Depende de los gustos.

Un libro, al final -y al principio-, no es más y, a la vez, sí es más que todo eso. Más que una sucesión aparentemente ordenada de palabras con contenido clasificable en categorias infinitas (¡o no!), un libro es la representación feaciente de la necesidad que tenemos los seres humanos por conocer. Y no me digan que no es así, porque entraríamos en un serio debate. Más allá del narcisismo y la relativa necesidad de exposición de los autores (en los que me incluyo), todo aquel que en algún momento mira, toca, huele, sostiene, abre, hojea y ojea, lee, guarda, regala, compra, vende, siente e incluso piensa libros, lo hace por la genuina necesidad de conocer.

¿El qué?

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21 de marzo: Siembra mundial de libros

¿Cómo?

Es casi tan sencillo como parece. Desde hace unos años, El Club de los libros perdidos organiza lo que ya es conocido como la Siembra mundial de libros. Los días 21 de marzo, 21 de junio, 21 de septiembre y 21 de diciembre son los días elegidos para que la magia de las letras llegue a nuestras vidas por casualidad o que hagamos que llegue a las vidas de otros.

El mecanismo es sencillo: básicamente se trata de dejar libros en lugares públicos para que otros los cojan, y viceversa.

Puede pasar que vayas paseando por Madrid, por la plaza de Colón -por poner un ejemplo-, y en un banquito te encuentres un libro con una curiosa dedicatoria que rece algo así: «este libro llegó a mis manos en la última siembra mundial de libros. Forma parte de la siembra puesta en marcha por El Club de los libros perdidos. Ahora llega a ti». Y así es como empieza, o continúa todo.

Esta actividad que empezó como algo lúdico para compartir las aventuras que te gustan con desconocidos, y hacer que tu libro viaje, actualmente se sigue desde Canadá a Australia, pasando por Chile, Alemania y Sudáfrica. Entre otros, pues España también es uno de los participantes.

El mecanismo es sencillo: básicamente se trata de dejar libros en lugares públicos para que otros lo cojan, y viceversa.

COMO SEMBRAR siembramundialdelibros

Cómo sembrar un libro. Fuente: El Club de los libros perdidos

La propuesta no obliga a nadie a dejar que sus libros vuelen sin más, y menos si se es primerizo. Pero si uno encuentra uno de esos libros, automáticamente pasa a formar parte de la cadena. El libro que caiga en sus manos tiene que seguir circulando. Pero antes, tendrá 3 meses para leerlo antes de dejarlo en un sitio público en la siguiente siembra. Y cuando así sea, deberá incluir la fecha y el lugar en que el libro va a ser liberado nuevamente en la siguiente siembra. Así, uno puede ver el recorrido que lleva ese libro y, quizá, ¡haya viajado más que sus lectores!

En la calle uno puede encontrar muchas cosas, pero si resulta ser un libro el que cae en tus manos en una cadena así, como mínimo tiene algo de mágico.

A la espera de ver si me tropiezo con alguna maravilla procedente de manos desconocidas, por si acaso, tendré los ojos bien abiertos, a ver si tengo suerte.